
Hay que llegar al final de un pintoresco recorrido en Cafayate, a unos a unos 1.800 metros sobre el nivel del mar, para descubrir Amalaya, la bodega del Grupo Colomé que desde el vamos sorprende con sus vinos jugosos, sus cortes poco convencionales y su buena relación calidad-precio. Allá lejos formó parte del portfolio de Colomé pero desde hace tiempo, Amalaya tiene vuelo propio.
Jorge no es nuevo en esta empresa, trabaja allí desde 2014, primero como Responsable de Calidad y desde el 2015 como Jefe de Producción.
Donald Hess promete más novedades a futuro mediato: la apertura de un Visitor Center para Amalaya, que se suma a la reapertura –que se concretó a fines del 2017– del alojamiento precioso con el que cuenta Colomé.
