Fines de semanas a pura Cordillera es la propuesta de Andeluna en Tupungato. Clases de cocina, hacer vinos y degustación móvil para caminar con una copa de vino entre los viñedos.

a Bodega Andeluna en Gualtallary, Tupungato, Mendoza, ofrece un programa turístico de verano poblado de delicias para disfrutar en familia, en pareja o con amigos. Andeluna también presenta su nueva imagen institucional. “Somos vinos de montaña” es el lema de la bodega de los Barale para rendirle honor a Los Andes. El nuevo logo imprime esencia y evolución a la bodega; azul profundo es el cielo Gualtallary, los sutiles azules de Los Andes y los grises de la luna.

Felicidad plena en es el desafío. Platos riquísimos para disfrutar con la caída del sol desde los jardines de la bodega y el asesoramiento de Santiago Blondel, chef del restó Gapasai, La Cumbre, Córdoba. También se pueden tomar Clases de Cocina o jugar al Blend entre chicos y grandes.  O participar de visitas guiadas y degustaciones, como la Degustación Móvil. 

El Juego del Blend es para que los participantes hagan su propio vino a partir de cepas como Malbec, Cabernet Sauvignon y Merlot. Los niños podrán dibujar la etiqueta. La experiencia incluye, menú infantil y menú de pasos para los adultos. En las clases cocina, los chicos elaboran panes, muffins, cupcakes mientras los padres cocinan en los fuegos o al disco. Siempre con una copa de vino en cada etapa de la clase.

Andeluna ofrece dos degustaciones:
Andeluna Side to Side: Incluye 2 varietales línea 1300, 2 varietales línea Altitud y Pasionado Cuatro Cepas. Agua, nueces y pasas. Duración una hora y cuarto. Horarios: 10:00 – 11:30 – 15:30 ó 16hs.
El Andeluna en Privado es un tour privado en la Cava Subterránea. Incluye dos varietales línea 1300, dos varietales línea Altitud, Pasionado Cuatro Cepas y Pasionado Cabernet Franc (vino de edición limitada) agua, nueces y pasas. Duración una hora y cuarto. Horarios: 10:00 – 11:30 – 15:30.

La Degustación Móvil busca mayor flexibilidad y dinamismo. La actividad comienza con copa en mano en los viñedos. Luego, mientras se circula por diferentes estaciones, se prueban otros vinos. El final del paseo es en la cava subterránea con una copa de Pasionado Cuatro Cepas.

La propuesta gastronómica es de dos menúes. El de seis pasos o de estación y el Criollo que incluye empanadas, entraña grillada y flan de dulce de leche. La mayoría de los ingredientes son orgánicos y provienen de una huerta a cinco kilómetros.

La enología a cargo de Manuel González Bals, con la asesoría de Hans Vinding-Diers.