La otra cara del restaurante Aramburu, ambos de Gonzalo Aramburu, estrenó locación y una carta que combina lo mejor de la cocina porteña con la mediterránea.

Fotos: Rodrigo Ruiz Ciancia
Bis mudó su casa de Constitución a Recoleta. Cambió el ambiente bohemio de ese barrio que tanto ningunea la masa gourmet por el aire parisino del Pasaje del Correo, ganando en glamour y visibilidad. Justo enfrente, en breve tendrá de vecino a Aramburu, el restó que consagró a Gonzalo Aramburu, amo y señor de ambos locales, en uno de los mejores cocineros del país. Este chef se fogueó en restaurantes de Europa con estrellas Michelin, como Martín Berasategui. Trabajó con Daniel Boulud y con Charlie Trotter en Chicago, entre otras celebrities de los fuegos, hasta que en 2007 tomó vuelo propio y volvió a Buenos Aires para plantar bandera en un lugar a contramano de la movida foodie tan cara a Palermo.

No le fue nada mal en la matrix Aramburu, con su menú de pasos y su propuesta de cocina contemporánea, llena de sutilezas. La misma buena suerte corrió Bis, un formato más decontracté y casual que ahora luce remozado, con persianas americanas, paredes claras, rincones íntimos y alma de bistró.

En la cocina, dirige la batuta Julio Martín Báez, joven que fue jefe en Le Sud del Sofitel Arroyo y también acuñó experiencia en Mirazur, el dos estrellas Michelin de Mauro Colagreco, en Menton.

Bis resume un repertorio de vinos argentinos, seleccionados por el sommelier Nazareno González, y de platos sin vueltas en los que manda el producto de estación, la buena factura y las sazones armoniosas. La estrella del lugar es el kamado, tan de moda, un recurso que aporta un ahumado por momentos invasivo. Empalaga.
Atención a las ensaladas, como la de remolachas orgánicas, queso de cabra y castañas de cajú.
De las raciones, elegir los buñuelos de kale tipo pakoras o las croquetas de morcilla. Como entradas, muy recomendables los langostinos con calabaza y rodajas de naranja que le suman un plus de acidez necesario para cortar el dulzor de los otros ingredientes. También gana puntos el pulpo a la leña con polenta crocante, criolla de mango y pimienta de canelo. De los principales, riquísima la pesca del día a la plancha con cebiche de tomates reliquia y bagna cauda. Cocción perfecta del pescado y combinaciones de sabores y texturas agradable.
A los postres, pedir la tatin de higos con mascarpone, una dulzura suave de masa impecable.

Datos útiles

Pasaje del Correo, Vicente López 1661. CABA. Reservas: 4813-5900.
De lunes a sábados, de 9 al cierre; domingo, de 12 a 16. Tarjetas. No se cobra cubierto. Hay comida para llevar, tabla de quesos, ostras frescas. El brunch dominguero incluye copa de espumante, ostras, panes, quesos y frutas, huevos, fish and chips, ensalada, postre ($600).
El café es Puerto Blest, de Honduras.