Mauro Massimino desbarata el mito de que la comida vegetariana es sosa y aburrida. Su cocina hace pie en las técnicas tradicionales que le permiten combinar sabiamente sabores y texturas, y dominar incluso el complejo universo raw de taquito.

Su otro eje es el producto, siempre orgánico y de calidad. Verduras y frutas que le proveen pequeños productores y artesanos. Harina y azúcar integrales. Vinos orgánicos y biodinámicos.

buenos-aires-verdeEl nuevo Buenos Aires Verde, hermano menor del que Mauro abrió hace 8 años en Palermo y montado en un espacio cálido con cocina a la vista, barra, mesas de madera individuales o comunitarias, ofrece una carta variada de platos y platitos (una nueva versión de las tapas). Hay súper ensaladas. Comidas calientes aptas para celíacos y veganos. Propuestas raw sencillas, como el queso untable elaborado con leche de castañas de cajú, las galletas, la granola; y otras de alto vuelo, como el roll de masa deshidratada y alga nori o la pastelería, especialmente la torta de chocolate con nibbs de cacao. Para perder la cabeza.

De los platos calientes, la polenta con tomate y gremolata se roba los aplausos. Menos atractivo puede resultar el chori que no es chori, cuestión de gustos o de prejuicios.

Para acompañar la comida, además de los vinos y las cervezas artesanales, hay carta de tragos. Elixires a base de vino y frutas. Leches vegetales. Licuados, superlicuados, jugos y limonadas. Conviene ir con amigos para poder probarlo todo. O casi. Green Hour de 18.00 a 20.00.

Vidal 2226, CABA.   Precios lógicos.

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