Dos nuevas etiquetas que amplían la línea más reciente de los hermanos Durigutti.
Sencillos, cotidianos, son los vinos de las dos etiquetas nuevas de la línea Cara Sucia de los hermanos Durigutti. Vinos que reivindican las variedades del este mendocino y la tradición italiana, tan plantada en Mendoza.
En 2018 Durigutti había presentado la línea Cara Sucia con la variedad Cereza como vino fresco de verano, más un típico tinto cofermentado con distintas variedades del mismo viñedo para ofrecer la alternativa que combinara tradición con estilo contemporáneo. La línea nació para revalorizar variedades olvidadas del Este de Mendoza, particularmente de Rivadavia, donde nacieron y crecieron los hermanos Durigutti.
La bodega completó su línea con dos etiquetas, Cara Sucia Blanco Legítimo 2019 y una edición especial Cara Sucia Sangiovese 2019. Pablo Durigutti dice que con estas dos nuevas Caras Sucias “la bodega quiere ofrecer un estilo de vinos simples y ricos para disfrutar todos los días”. Especialmente en verano. Son tan versátiles que podemos tomarlos como nos guste más. En copa, vaso, solo o con hielo. Con alguna comida o como un trago. ¡Libertad total!
• CARA SUCIA BLANCO LEGÍTIMO 2019
Sabe a hierbas frescas, manzana y pomelo. Llega del mismo viñedo de Rivadavia y combina cepas de Palomino, Pedro Ximénez, Ugniblanc, Chenin, Moscatel Amarillo y Sauvignonese.
• CARA SUCIA SANGIOVESE
El tinto, en cambio, es un sangiovese que se remonta a la Toscana italiana. Se trata de una edición especial en homenaje a Tullio Mattioni, familiar de los Durigutti que en 1940 trajo de Italia las estacas para plantarlas en Mendoza. Ligero y de taninos suaves es amable y muy bebible, para acompañar las comidas simples y frescas. Tan simple como aquel ritual mendocino de comer tortitas de masa con azúcar quemada cuando volvíamos de la escuela. Siempre en la propuesta de los Durigutti de “volver a mirar el lugar del que venimos”.
Valor sugerido: $350.