Esta semana se lanzó al mercado la nueva cosecha de Cheval des Andes, el vino que elaboran en conjunto Château Cheval Blanc –Grand Cru de Saint-Émilion– y Terrazas de los Andes. Un vino que desde su nacimiento, en 1999, mantiene el estilo, la filosofía y la visión de Cheval Blanc.

No se trata de una marca sino de la mejor interpretación de una cosecha particular, dice el italiano Lorenzo Pasquini –actual enólogo de Cheval des Andes– a modo de introducción.

Justo esta añada estuvo condicionada por factores climáticos atípicos: temperaturas frías y muchas lluvias en abril. Algo poco común en un terroir signado por la aridez y el calor. Estos factores facilitaron la búsqueda de la elegancia y el equilibrio para este corte también poco usual: contiene un alto porcentaje de Malbec (85%) y, por primera vez, más Petit Verdot (9%) que Cabernet Sauvignon (8%).

Cheval des Andes 2014 está elaborado con uvas provenientes de viñedos propios en Las Compuertas, Luján de Cuyo. Esta interpretación líquida de un millesime con un gran potencial de guarda, según Pasquini, tiene un color rubí vivaz, nariz sutil, aromas otoñales mezclados con notas florales y toques de tabaco y balsámico. En boca se percibe redondo y voluptuoso, con taninos envolventes y final largo.

Es perfecto para acompañar una carne roja con pesto de kale, batatas asadas y crema de maíz y chile. O para beber solo, con el piano de Michel Petrucciani como música de fondo.

Precio: $1700 para la botella clásica, pero también se podrá optar por el formato Magnum y Jeroboam.