a pasaron 20 años desde el lanzamiento de Clos de los Siete en Mendoza, dos décadas en las que el mundo del vino cambió considerablemente y este proyecto que nació de la mano de viticultores franceses y liderado por Michel Rolland en el corazón de Valle de Uco, también se sumó a esta evolución.  

Pero además, como culminación del año de celebración de las dos décadas de vida en Mendoza, Clos de los Siete quiso actualizar su imagen fundacional: la flamante identidad visual incluye un diseño más cercano a públicos jóvenes sin perder su clasicismo. La incorporación del C7 no es casual: desde sus comienzos, esa es la forma en la que internamente se nombra a Clos de los Siete y aporta un recurso pensado para públicos de idiomas diversos, a los que tal vez se les hace difícil pronunciar o retener el nombre completo.

Otro elemento que incorporaron en la contra etiqueta fue la presencia de la segunda generación de las familias francesas que eligieron Mendoza y su compromiso para elaborar vinos de Alta Gama. Además, ahora figura en la etiqueta la región de Valle de Uco, como símbolo de una IG asociada a la excelencia. También el nombre de Michel Rolland gana protagonismo.

Julian, partner de Laboratoire Rolland & Associés presentó la cosecha 2018 “una de las mejores de los últimos 30 años”, según el propio Rolland, en una cata con periodistas especializados. Se trata de un blend de 55% de Malbec, 19% de Merlot, 10% Cabernet Sauvignon, 12% de Syrah, 2% de Petit Verdot, 2% de Cabernet Franc, todos producto de una selección de parcelas que se vinifican de manera separada y se eligen en función del equilibrio que se busca en este tinto. Un vino elegante y armonioso, con buena fruta, frescura y taninos redondos. Súper gastronómico. Para beber más de una copa.
Precio sugerido: $1400.

www.closdelossiete.com

IG: @closdelossiete