Un repaso por los sabores de esta gastronomía generosa de la mano de su mayor exponente en Argentina.

ehmeyún, Keppes, mantí, tertabanir. Nombres de recetas que atravesaron siglos. Platos fragantes de la cocina armenia, la de las migraciones, la del mestizaje y la de las mujeres de manos sabias que combinan con arte especias, frutas secas, sazón. La querida Diana Boudourian sabe del tema por historia, costumbres familiares y pasión por los fogones, y reúne en este libro, editado por Planeta, los colores, sabores y tradiciones de una cultura cada vez más presente en las mesas de Buenos Aires, en gran medida, gracias a sus embajadores. Diana, la primera. Esta cocinera de sonrisa indeleble dedicó toda una vida a transmitir en distintos medios (televisión, radio, publicaciones gráficas) la culinaria heredada de sus ancestros.

Por supuesto, además de los envueltos en hojas de parra, de las comidas con yogur y las cazuelas, está el capítulo dulce. Almíbar, miel, nueces, pistachos, dátiles se conjugan en esta pastelería golosa.

En este compendio de delicias, el pan, ocupa un lugar especial y adquiere formatos distintos en cada celebración, como el choreg, trenza de dulce que se come en Pascua, o el pan grueso de la asunción, que lleva pistachos y especias, y rinde homenaje a la Virgen María. Las familias armenias reciben a sus invitados con hojuelas de pan lavash y sal, igual que en la Biblia, una suerte de bendición del hogar y quienes lo habitan. Ese pan crujiente, además es acompañante perfecto de mousses, ensaladas, sopas, entre ellas, la de zapallo y menta, o la de cebolla, un must del invierno.

Con prólogo de Ramiro Rodríguez Pardo y el recordado Alejandro Maglione, el libro conjuga relatos, secretos de cocina y una tentadora colección de recetas para no perderse.

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IG: @dianaboudourian