Con casi 70 años de trayectoria, la heladería de la familia Bortolot reinaugura su local de Av. Montes de Oca y Olavarría, ofreciendo los sabores clásicos de siempre y otros más contemporáneos.
pocos kilómetros de Zoppe di Cadore, un pequeño pueblo al norte de Italia, nace el río Piave. Desde allí partió en 1904 el bisnonno Celeste Bortolot rumbo a Viena, capital de la vecina Austria, para empezar con la venta ambulante de sus primeras cremas heladas artesanales, una actividad que marcaría el comienzo de una larga historia familiar.
En 1948, a bordo de un barco de inmigrantes —y cargando poco más que algunas recetas de aquellos helados—, el nonno Angelo Bortolot emprendió el viaje hacia Argentina, junto a la nonna Teresa y a sus cuatro hijos, Tino, Anna, Federico y Nello. Mar del Plata fue el lugar elegido para retomar el camino de Celeste y empezar a vender helados con un carrito durante largos veranos. Algunos años más tarde, en 1955, inauguraron su primera heladería propia en la localidad de Wilde, bajo la marca El Piave.
Con el tiempo, cada hermano fue abriendo sucursales en zona sur hasta que, en 1995, llegan al barrio de Barracas.
Los más de 78 helados que ofrecen, se elaboran a diario por los maestros heladeros con materias primas de la mejor calidad y tecnología avanzada. Para la reapertura del local de Barracas, suman al catálogo los helados de palta, yogurt natural, y piña colada.