

El festejo fue el 30 de enero, el día que la producción de tomates supera su demanda. Hubo menú especial, reparto de tomates ancestrales y entrega de ilustraciones inéditas de Tute a los comensales.
Publicado por María De Michelis | Feb 4, 2021 | Eventos gastronómicos |
ojos, amarillos, verdes, negros. Pintan la vereda y las mesas de Don Julio y de El Preferido y acaparan toda la atención. Son tomates tomates. Vienen de La Plata, tienen la textura, el color, el sabor de lo que dicen ser y están en su esplendor. Representan la consagración del verano y la obsesión de Guido Tassi. Es 30 de enero, el día “T”, cuando la producción supera la demanda. Por eso hoy, el cocinero y Pablo Rivero organizaron un festejo para homenajear a este producto que da vida a tantos platos.
La puesta en escena montada en los dos restaurantes de Rivero impacta como cuadro de Archimboldo y está alineada con el proyecto “Traza”, un concepto gastronómico con sello propio y desarrollo a largo plazo. “La idea es apostar a los productos vegetales de cercanía con todo lo que eso implica, desde el territorio, trabajando con los productores, respetando el entorno, y armar el menú desde la simiente con dos temporadas de antelación”, dice Tassi. No suena a puro cuento. “Los pocos insumos vegetales que quedan fuera del proyecto son papas, cebollas, ajos, lo que no es apto para esta zona o lo que no se ajusta al marco conceptual de los restaurantes”, agrega. Toda una novedad.
El sábado 30 Rivero y Tassi repartieron tomates a los vecinos. Y se prepara para montar una huerta urbana cerca de Don Julio. También tiene en mente repetir estas fiestas/homenaje con otros productos de temporada enmarcados en el proyecto “Traza”.


Los tomates que seleccionó Tassi para la ocasión resultan de la recopilación de semillas ancestrales y de polinización abierta. Están libres de agroquímicos. Traen el sol y el paisaje de su lugar, el cordón hortícola platense donde los inmigrantes cultivaron el tomate que durante décadas se consumía en la región. En aquella época y hasta los ’80, se producían de acuerdo con un modelo agro ecológico. Eran una delicadeza que maduraba rápido y no resistía los traslados largos.
Para subsanar esta “fragilidad” llegaron las semillas híbridas del tomate conocido como “larga vida”, capaz de recorrer kilómetros sin echarse a perder ni magullarse. Duro y resistente como cartón piedra. Chau sabor, aroma y textura. Chau identidad. Y la industria alimentaria todavía se reservaba un capítulo más negro. En los ´90 se impuso el invernáculo junto al paquete tecnológico de fertilizantes y agrotóxicos que garantizaba tomate todo el año. ¿Fin de la historia?


No. El mercado no siempre consigue arrasar con todo. Un equipo de docentes y estudiantes de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de La Plata –con Lolo Garat a la cabeza– creó en 1999 el proyecto de rescate y promoción del Tomate Platense. Rastreó sus semillas, tendió redes entre los productores que lo seguían cultivando según la lógica de la agricultura familiar. Y puso las cosas en su lugar.
Desde entonces, este producto recuperó su valor y hasta tiene su fiesta en La Plata, que desde hace 17 años se celebra en febrero y está prevista para el día 13. Es emocionante ver cómo los productores venden e intercambian estas joyas de la tierra que adquieren el nombre de quien las cultivó históricamente en ese lugar.
Don Julio, del tomate
Esta noche los tomates hacen de columna vertebral del menú pensado por Guido Tassi para la parrilla de Pablo Rivero. Y también son el leitmotiv de las ilustraciones de Tute que Valeria Mesones, arte y parte del salón, reparte en cada mesa.
El recorrido empieza con tomate ancestral que se corta delante del comensal, un ritual que va a repetirse durante la primera semana de febrero. La fruta se abre en color, derrama su jugo. Y nunca un ingrediente fue tan sensual. Tan rico combinado con la cecina de toro y el Cara Sur Moscatel. Rivero explica que cada plato tiene un acuerdo con tintos o blancos: “los vinos juegan un papel importante en esta apuesta”, dice.
Y enseguida llega una de las estrellas de la casa, la molleja de corazón asada y acompañada de tomate amarillo, tunas y limón. Paso previo a dos “churrascos”: el de cuadril a la parrilla y el de tomate rosado. Una colección de sabores que se completa con tomates verdes a la criolla (a Pablo lo pierde la salsa criolla y Guido le dió el gusto); un tomate negro, rúcula silvestre y vinagre de higos.
No hay papas en esta cena ni concesiones. Pero sí un dulce para el final. Helado de leche Jersey y mermelada de tomates platenses. Cuando el lujo es la simpleza.
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> Don Julio
Guatemala 4699. Palermo.
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> El Preferido
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Reservas: 11 5493 1164
IG: @elpreferidodepalermo
Qué culpa tiene el tomate
Por ser un producto fresco y natural, madura muy rápido. Acá, algunos tips para aprovecharlo de la piel a la semilla:
- Si comprás mucha cantidad, dejalos fuera de la heladera, en un lugar oscuro, apoyados “boca abajo” sobre el lado del cabo, que es su parte más dura.
- Este tomate madura de adentro hacia afuera (al revés de los “larga vida”). Cuando están rojiverdes, significa que adentro ya están maduros.
- Conviene no apretarlo para no lastimar la piel del fruto que es delicada.
- Si está súper maduro no lo tires: prepará salsas o dulces.
- Cortá el tomate a la mitad, apartá el jugo con las semillas y dejalas secar sobre un papel al sol. Después plantalas en tierra buena. ¡Al año siguiente vas a cosechar tus propios tomates platenses!
- Para saber más del tomate platense consultá en @grupo.tomate.platense