Kaiken Disobedience by Francis Mallmann
El primer vino que el chef cocreó con Bodega Kaiken
Esta semana se presentó en Mendoza el vino diseñado en conjunto por Francis Mallmann y el equipo de la bodega Kaiken. Te contamos cómo es este red blend que refleja la idea de libertad y amistad de sus creadores.
Publicado por María De Michelis | Nov 19, 2021 | Eventos enológicos |
uando en 1995 la Academia Internacional de Gastronomía invitó a Francis Mallmann a preparar una cena en Frankfurt para sus miembros –como ya habían hecho Alain Ducasse, Ferran Adrià y otras stars de la cocina– a él se le ocurrió un menú con sello latinoamericano.
Le pidió a Germán Martitegui, que en ese momento era chef en su restaurante Patagonia, que viaje a Perú con una consigna: traer 500 kilos de papas. Nada más. Germán volvió a Buenos Aires con un cargamento de tubérculos morados, anaranjados, marmolados, negros, que se servirían en la cena.
A la hora señalada llegaron los invitados de la Academia al Hotel Schloss. Sorpresa. Había papas en el plato y papas decorando el mantel blanco. La máxima simpleza en ese castillo como de cuento donde se esperaba sofisticación. Fue una osadía. Francis era un cocinero que remaba contra corriente, haciendo churrascos y fueguitos, y cocinando verduras en las cenizas, mientras en Europa arrasaba la movida tecno emocional. Fiel a un estilo que lo define igual que la sed al agua: la desobediencia.
Mallmann dice que eso siempre marcó su rumbo profesional y personal. No es casual que Disobedience sea el nombre del vino que acaba de presentar en Mendoza junto al equipo de Kaiken Wines. Un red blend que se bebe fácil, pero tiene su complejidad. La etiqueta muestra la figura de un hombre patas para arriba: la metáfora del que mira desde otro lugar y otra cabeza. El desobediente.
“El vino es hermano gemelo de la cocina y de la comida, lo más lindo de comer y beber es compartir. Para mí, todos los días son diferentes, como los vinos y los platos que cocino. Esa es la libertad y belleza de cocinar, que nada es igual siempre. Y la de tomar vinos junto con la comida,” opina Francis Mallmann sobre los acuerdos entre vinos y platos
Bodega kaiken
Hace diez años, el enólogo Aurelio Montes Sr., fundador de Viña Montes, en Chile, se enamoró de Argentina, de sus vinos y su gente, y compró la bodega en Vistalba que hoy es Kaiken. Montada en una estructura de más de 100 años, su estilo recuerda las construcciones de Emilia Romaña y su historia da cuenta de varias etapas de la vitivinicultura mendocina en la que los inmigrantes, sobre todo italianos, jugaron un papel fundamental.
Allá lejos y hace tanto, en este establecimiento se producían conservas, aceite de oliva, grapa. Acá funcionó también uno de los primeros restaurantes de bodega del país.
Juan Pablo –Juampi– Solís, enólogo de Kaiken, conduce el recorrido por el edificio y sus rincones. Entrar a este lugar es encontrarse con un espacio gobernado por materiales nobles. Techos de cedro originales que se mantienen igual que el primer día. Piletones y piletas cilíndricas de hormigón que –cuenta Juampi– son aliadas de la buena fermentación. Cavas, recovecos, una sala de barricas, custodiada por un ángel y acunada por cantos gregorianos. Otra, con pupitres para los espumantes.
La bodega combina tradiciones y la última tecnología y atesora vinos de las líneas Kaiken Mai, Obertura, Kaiken Aventura, Kaiken Ultra, Kaiken Indómito y Kaiken Estate; y el Kaiken Extra Brut. Su estilo es fresco, moderno, bebible.

“Como dice Francis, el vino es celebración. Celebrar es un acto de libertad, nadie te puede decir cómo hacerlo, y por eso que este vino es libre y desobediente (como Francis). Nada de maridajes ni protocolos, que para eso ya hay muchos vinos”, dice Aurelio Montes Sr., Presidente de Viña Montes.
La hora del descorche
En el parque con fondo de viñedos y más allá la montaña nevada, todo está listo para el descorche. Desde las mesas repartidas entre el verde se puede ver el domo del que cuelgan pollos, zapallos, repollos voladores que hace largas horas se cocinan y ahúman. Al lado, corderos al asador. Tablones con canastas de panes. Verduras crudas. Empanadas.
Francis Mallmann y Aurelio Montes se preparan para contar la trastienda de su vino en el espacio verde de Ramos Generales, restaurante que ambos dirigen y que hace poco la revista Times destacó en su guía. “No quería un producto de élite para pocos. Un tinto que no fuera concentrado sino llevadero. Y accesible, para que muchos lo pudieran disfrutar”, arranca Francis.
Para decidir el blend, estos amigos y socios de aventuras se reunieron una mañana con el equipo de Kaiken y probaron más de 40 vinos de diferentes cepas y regiones de Mendoza. Al día siguiente ya habían definido el corte combinando muestras provenientes de viñedos de Vistalba y Altamira.
Kaiken Disobedience by Francis Mallmann (cosecha 2019) nació como un red blend compuesto por un 60% de Malbec, 30% Cabernet Sauvignon y 10% Merlot. Un 70% del vino es de Valle de Uco y un 30% de Vistalba.
En la segunda añada, la del 2020, no hay Merlot sino Cabernet Franc y la proporción de las regiones está invertida. Dos estilos bien diferentes, el primero es un vino con nervio y frescura; el segundo es maduro y de taninos redondos, muy floral en nariz. Ambos con un paso de 18 meses por barrica de tercer y cuarto uso. Madera bien integrada que no mata la fruta.
Las siguientes cosechas nunca serán iguales. “Disobedience” propone un vino único cada año. Abierto al cambio, la regla de la desobediencia.
Kaiken Disobedience by Francis Mallmann 2019 ya está en vinotecas de todo el país a un precio sugerido de $2000.
Datos útiles
Kaiken Wines
Roque Sáenz Peña 5516 – Vistalba
Luján de Cuyo – Mendoza – Argentina
www.kaikenwines.com
Turismo, Restaurante y Experiencias:
Desde Argentina: (0261) 525 0018
Desde el Exterior: +54 9 261 525 0018
tours@kaikenwines.com
Bodega:
Desde Argentina: (0261) 562 0303
Desde el Exterior: +54 9 261 562 0303
Kaiken@kaikenwines.com
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