Santiago Blondel, del restaurante Gapasai, en La Cumbre, Córdoba, fue el ganador de la segunda edición de este concurso que pone en valor los proyectos gastronómicos trasformadores y la diversidad y potencial de cada región de Argentina.

n el salón de La Mansión del Four Seasons Hotel no cabía ni un alfiler. Una multitud de cocineros, periodistas y gente de la industria, copa de Baron B en mano, esperaba con ansiedad conocer al ganador de la segunda edición de Prix de Baron B – Édition Cuisine. Este año, más de 70 cocineros de todo el país –el doble que en la primera edición– se habían postulado. Buena señal para una competencia que recién tuvo su segunda edición, esta vez, con el pescado como materia prima protagonista.

De todos ellos, quedaron como finalistas los proyectos de tres chefs que están proponiendo una mirada innovadora, dándole valor a la gastronomía nacional en armonía con su entorno: Javier Rodríguez (restaurante El Papagayo, Córdoba), Gustavo Rapretti (En mis fuegos, cocina con identidad, Puerto Madryn) y Santiago Blondel (Gapasai, La Cumbre, Córdoba).

Un jurado de figuras de la gastronomía tuvo la dificilísima tarea de decidir quién sería el acreedor de los laureles. Martín Molteni, chef pionero en la gastronomía autóctona de alta gama;  Mauro Colagreco, dueño de Mirazur, ganador de tres estrellas Michelin y elegido este año mejor restaurante del mundo en The World’s 50 Best; el peruano Mitsuharu “Micha” Tsumura, embajador mundial de la cocina nikkei y a cargo de Maido –ubicado entre los 10 mejores restaurantes del mundo-; y Marina Beltrame, directora de la Escuela Argentina de Sommeliers.

“Estamos muy orgullosos de nuestros cocineros que diariamente desde distintos puntos de la Argentina ponen en valor la riqueza y diversidad de productos del país. Duplicamos la cantidad de candidatos y los tres finalistas son buenos exponentes de la nueva cocina argentina”, dijo Mauro Colagreco.

El premio fue para Santiago Blondel, quien presentó para concursar un plato de tararira marinada en suico (huacatay), con camarones de río, palta y ají quitucho. Lo acompañó con Baron B Brut Rosé. El chef comentó que los camarones de río fueron todo un descubrimiento para él. Que ese producto se usaba como carnada, un ingrediente ninguneado y Blondel quiso rescatarlo para su cocina. “Decidí apostar a lo local con todo lo que eso significa. Valorar el producto, trabajar cerca de los productores, que son los que hacen posible nuestra cocina, trabajar en equipo y respetar el entorno, la naturaleza, el territorio. La tierra no pertenece al hombre, el hombre pertenece a la tierra”, dijo al recibir el premio.

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“Esto es de enorme, esto es de todos, esto es camaradería. Soy punta de lanza de grandes guerreros como estos dos colegas que compitieron en este concurso”, dijo Santiago Blondel al recibir el premio.

LOS TRES FINALISTAS

Santiago Blondel

Nació en Bariloche y vivió en Bs As durante 14 años. Al terminar su secundario viajó al exterior y adquirió experiencia culinaria durante 10 años. Luego volvió a Córdoba y decidió afincarse en La Cumbre para crear Gapasai, un proyecto familiarque abrió en 2008 y en el que trabajan tres de cuatro hermanos: Santiago Blondel (Chef/Propietario), Inés Blondel (Jefa del Mundo Dulce) y Gastón Blondel (Asesor Sommelier). Utilizan exclusivamente productos locales y de temporada, manteniendo una estrecha relación con pequeños productores, pescadores y recolectores del Valle de Punilla.

Gapasai es un restaurante de 20 cubiertos con una vista inmejorable al valle, donde proponen un menú de 9 pasos. Blondel fue, además, el organizador de la Cumbre Gastronómica Primer Congreso Nacional de Cocineros que se realizó hace poco en la ciudad de La Cumbre, en Córdoba.

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Gustavo Rapretti

Me gusta que el producto conserve su sabor genuino, es el mantra que repite Rapretti, un chef que nació en General Pico pero para el que la Patagonia siempre fue su norte. Hace más de veinte años se radicó en Puerto Madryn, Chubut para estudiar la carrera de técnico en análisis químico biológico. Empezó a trabajar para el Conicet pero su verdadera meta era manejar todos esos productos que veía en el laboratorio en su propio restaurante.
Gustavo empezó a cocinar desde muy chico. Y aunque la vida lo llevó por muchos caminos, la cocina pudo más. Estudió en el IAG y conoció a “la maestra” Dolli Irigoyen. 

Cuando regresó al sur, abrió el restaurante En mis fuegos. Instalado en la ciudad de las ballenas, organizó Madryn al Plato, el evento que este año tuvo su décimo primera edición, siempre con la idea de promover la identidad chubutense. Compitió con un plato de salmón blanco “un producto argentino que hay que valorar”, con puré de hinojo, pasas al cognac, polvo de wakame y salicornias, cristales de sal de Chubut. Gustavo eligió Baron B Brut Nature para acompañarlo.

 

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Javier Rodríguez

Es dueño y chef del prestigioso restaurante Papagayo, en la ciudad de Córdoba, un local estrecho con una gran propuesta de menú degustación y foco en sustentabilidad y trabajo con ingredientes locales. Papagayo fue elegido el mejor restaurante de Córdoba durante 4 años de manera consecutiva.

“Me gusta trabajar con cierto nivel de riesgo, desde el tamaño y características de mi restaurante, la apuesta por productos locales y un menú degustación en una ciudad en la que hace años eso no existía”, dice Rodríguez.

El plato con el que Javier concursó: trucha cordobesa, con sabayón de café, gírgolas asadas y condimento de naranjas y sésamo. Distintos ingredientes, sabores y texturas en clave cordobesa, combinados con Baron B Brut Rosé.

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“Sentimos que el proyecto que elegimos tiene mucho para darle a la comunicación de una nueva forma de mirar nuestra cocina y nuestra realidad. Vamos por más y esperamos que año a año sigamos sorprendiéndonos por el nivel de los proyectos que se realizan en distintas partes del país.”

El ganador del “Prix de Baron B – Édition Cuisine 2019”, recibió un corcho bañado en oro tallado por el orfebre argentino Juan Carlos Pallarols. Además, viajará a Francia del domingo 26 de septiembre al domingo 6 de octubre para participar en un curso de alta gastronomía en la escuela Lenôtre. Visitará a Mauro Colagreco en su restaurante Mirazur (Menton). Y terminará su experiencia recorriendo la región de la Champagne. Esto sumado a una distinción económica de $ 200.000. A los otros dos finalistas se les entregó un corcho bañado en plata, también diseñado por Pallarols y la suma de $ 120.000 a cada uno.

Con esta iniciativa, Baron B estrecha su relación con la gastronomía nacional, al reconocer nuevas visiones transformadoras de la misma a través de un evento federal que valoriza la diversidad y la riqueza de cada región del país. No en vano, este año, el Prix de Baron B – Édition Cuisine fue declarado de Interés Turístico Nacional por la Secretaría de Turismo de la Nación.

www.prixbaronbcuisine.com.ar

“Estoy emocionada, este reconocimiento maravilloso me hace revivir mi experiencia del año pasado. Esta es una gran iniciativa” dijo Patricia Courtois, ganadora de la primera edición de Prix de Baron B – Édition Cuisine con el Proyecto Iberá.