
Carpano, Punt e Mes y Antica Formula. Tres perfiles de vermú que brillan en las barras porteñas.
os encanta el vermú. Lo tomamos con la picada argenta, como aperitivo en cualquier atardecer de un día agitado, con hielo y tónica, con pomelo, o con nada. Puro, directo al paladar. No hay una sola manera de tomarlo. Todas son perfectas. Nosotros heredamos de los italianos el amor por esta bebida cuya historia no arranca en Italia sino en Grecia, en el 460 antes de Cristo, cuando Hipócrates tuvo la feliz idea de macerar vino con ajenjo. Varios siglos después el imperio Romano adoptó la bebida hipocrática que ganó fama de aperitivo –abre el apetito– y de digestivo.
Vermut proviene de wermut, en alemán ajenjo. Los alemanes elaboraban vino y después le agregaban esa hierba que se hizo famosa porque es el ingrediente base de la absenta. La palabra cambió a vermouth cuando se hizo popular en las cortes francesas del siglo XVIII y ese nombre se mantuvo en Italia.
A la Argentina llegó junto con la pizza, la pasta, las canzonetas y el mangia che ti fa bene de la mano de los inmigrantes italianos y sus historias maceradas igual que sus vinos. Con el tiempo se hizo parte de la cultura local.

Carpano había usado como base un vino moscatel, azúcar, alcohol, caramelo y muchos botánicos: aromáticas, hierbas, hojas y especias que le dieron identidad a su vermú.

Carpano –Fratelli Branca– nace en 1786, cuando Antonio Benedetto Carpano combina un repertorio de hierbas, cortezas y raíces con vinos italianos y crea una bebida amigable, muy bebible. Un vermut moderno que tuvo éxito desde el minuto uno y en la segunda mitad del SXIX se convirtió en bebida favorita de Turín. Al local de Carpano, frente a Piazza Castello, iban celebridades de la época como el conde de Cavour o Urbano Rattazzi, y también por poetas, músicos y escritores como Giuseppe Verdi.
Así nació la «hora del aperitivo«. En ese taller de la bohemia elegante se codeaban nobles, mujeres distinguidas, obreros y burgueses. Una audacia. Hoy Carpano refleja de gran manera el espíritu italiano en la elaboración de vermú con tres perfiles distintos. El Carpano Rosso, inspirado en la fórmula original de Antonio Benedetto Carpano que dio inicio a la categoría vermouth. El Punt e Mes, (punto dulce y medio punto de amargo) botánico y especiado, ligeramente mas amargo, único en su categoría. Y el Antica Formula: hoy la máxima expresión en la categoría. Es el clásico Vermouth tipo italiano. Elegante y complejo, un capítulo aparte.
Solo o en cócteles (con el Negroni a la cabeza) el vermú está más fuerte que nunca en las barras locales donde lo sirven tirado o a la manera tradicional. Con o sin papas fritas. Siempre con good chow, la intensidad argenta no descansa.