Para llegar a ser anfitrión se necesita, como para lo demás, un aprendizaje. Aún más, es más fácil amasar rápidamente una inmensa fortuna que saber disfrutarla.
Grimod de la Reynière
En Argentina las guías gastronómicas se empezaron a publicar en los ’90 pero en el mundo surgieron mucho antes, con el nacimiento de los restaurantes. Post Revolución francesa, cuando los que cocinaban para los nobles se quedaron sin su trabajo –porque sus patrones se quedaron sin su cabeza– los cocineros decidieron abrir sus propios locales a los que concurría una burguesía incipiente que poco sabía de la buena mesa. En ese momento, un crítico teatral de familia de aristócratas, llamado Grimod de la Reynière, que conocía de sobra el deber ser de la buena cocina y del buen comensal, decidió enseñarle estos saberes y placeres al público que se gestaba en la nueva Francia. Y se convirtió en el primer periodista gastronómico de la historia, el fundador del género.
Grimod fundó Almanaque de los Golosos, Almanaque de los Golosos y de las Guapas y la Revista de los Cómicos. Y también publicó el Manual de Anfitriones. Hoy, con el título Manual de Anfitriones y guía de golosos, Editorial Tusquets da a conocer parte de los escritos de este autor. Precio: $239.-