Masticar 2019
Del 15 al 18 de agosto, 160 mil personas visitaron Masticar, la feria gastronómica más importante del país organizada por A.C.E.L.G.A. (Asociación de Cocineros y Empresarios Ligados a la Gastronomía Argentina). Fue la décima edición y, según muchos, la mejor desde su apertura.
ucho y para distintos gustos hubo en el evento gastronómico más importante del país, que a pesar de la crisis actual y el frío de un invierno que no quiere irse convocó a un diez por ciento más de gente que en su edición anterior. El corazón de la feria, el Mercado, este año latió enorme, protagonista y diverso. Tuvo de todo y de todo el país. Desde alcauciles platenses, anchoas de Mar del Plata. Quesos de Lincoln, Suipacha y Neuquén. Aceites de oliva virgen extra de Mendoza y Las Grutas. Pimentón, azafrán, ají molido y comino del NOA. Trufas de Espartillar, frutas y verduras orgánicas de Provincia de Buenos Aires. Mieles. Embutidos. Tés y yerbas mate. Dulces y mermeladas de distintas regiones argentinas. Hasta vajilla, como la de Nacha Canvas y Gabriella Gallo, dos diseñadoras fueguinas que utilizan para sus piezas arcilla y arena del Canal de Beagle. O la de Mariana López, de Mina Clavero, Córdoba, que fabrica ollas maravillosas de cerámica negra.
Una sorpresa: UTT, Unión de trabajadores de la tierra tuvo su propio espacio donde se ofrecían verduras y frutas sanas, seguras y soberanas. Señal de que cada vez más entendemos que la cocina no empieza en las cacerolas sino en el territorio y que sin producto no hay cocina y que sin productor no hay producto.
A la hora de comer, se colmaban los puestos “históricos”: Cucina Paradiso, Los Petersen, Italpast. La novedad fue la organización de duplas que compartían stand y propuesta. Como la de Elena y Gran Dabang, Narda Comedor y Hong Kong Style, Gaby Oggero (Crizia) y el peruano Jaime Pesaque, del restaurante limeño Mayta.
“Seguimos ampliando una red de productos y productores de alta calidad y valor agregado”, dijo Narda Lepes.
Este año se sumaron más restaurantes a la movida: Proper, Osaka, Clun M Omakase, Siamo nel Forno y Green Bamboo. Todos, los de siempre y los nuevos propusieron fusiones y sabores originales.
Para descansar de la recorrida sin fin y hacer un merecido parate, el stand de Nespresso ofrecía café indio, guatemalteco, brasileño. Espresso, Lungo, Cappuccino, Latte Macchiato, Iced Latte Macchiato. Y pastelería a cargo de los capos Jessica Lekermann, Luciano García, y la dupla de franceses Bruno Gillot y Olivier Hanocq.
Los cocineros prepararon doscientos platos diferentes. Entre los más deliciosos, el alfajor de morcilla de Pedro Bargero, las ostras crudas en limón y vinagre de echalotes de Crizia, el chivo con membrillo de El Baqueano, el Ladrillo de Yacaré de Martín Molteni, el costillar de Don Julio, la pizza estilo napoletano de Siamo nel forno, la hamburguesa de Carne (Mauro Colagreco), preparada con carne de cerdo criado a campo libre, mostaza, vinagre, repollo colorado.
La Plaza de Niños recibió a las familias con talleres de cocina para chicos, actividades de acrobacia, la verdulería y la parrilla para jugar, atriles para pintar, títeres y huertas hidropónicas. También se proyectaron películas.

Masticar no sólo es un lugar donde comer rico, además genera un espacio para aprender de los maestros y para pensar la comida. Hubo clases a cargo de Dolli Irigoyen, Gonzalo Alderete Pagés, Juan Braceli, Patricia Courtois, Rosa Ferreyra, de la red de cocineras del Iberá.
Y también hubo charlas. Una de las más aplaudidas: “Nuevas pautas en la gastronomía que hombres y mujeres deberían saber”. La coordinaron Natalia Gherardi Directora del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género, la abogada Tamara Novakovich, Inés de los Santos (una de nuestras mejores bartender) y Narda Lepes. La pregunta en la que se basó la charla: Qué podemos hacer en la gastronomía para colaborar con la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Parece que bastante, porque en el ámbito gastronómico, como en tantos otros, el acoso es moneda corriente.
En el espacio dedicado al vino, grandes bodegas de Argentina servían tintos y blancos nacionales. Pero también corrió la cerveza como el agua, y los cocktails de 878, de Julián Díaz, de Julep, de Inés de los Santos. Más los aperitivos de ISLA.
Perú, de nuevo fue el país invitado. Hay una hermandad entre ese país y Argentina que se hace más fuerte con el tiempo y se refleja siempre en esta feria. Esta vez la delegación peruana incluyó a la picantera de arequipa Mónica Huerta y Martha Palacios (Panchita), José del Castillo (Isolina), Coco Tomita y Gastón Acurio, siempre presente en este evento que refuerza su intención federal y su conciencia regional.
Masticar ya es un concepto en todo el país y empieza a adquirir un carácter itinerante. En febrero de 2019 Mar del Plata, fue la primera experiencia fuera de CABA.
La feria en números
- Unas 150 empresas familiares y cooperativas de todo el país se dieron cita en el Mercado.
- Hubo 30 clases de cocina donde participaron 12 mil personas.
- Se organizaron 32 Talleres de oficios.
- Masticar reunió 13 puestos restó, 9 puestos de brasas, 16 food tracks, entre ellos, Carne, con Mauro Colagreco, primer argentino con 3 Estrellas Michelin en su restaurante Mirazur, en Menton, Francia, recientemente reconocido como el mejor del mundo en el ranking de The World’s 50 Best restaurants.
- Se montaron siete barras de tragos y cinco barras de cerveza.
- Las bodegas Lopez, Estate, El Enemigo, El Esteco, Eschorihuela Gascón, Finca B0 BO, Finca la Celia, Finca Suarez, Luigi Bosca, Michelini vitivinicultores, Nieto Senetiner Riccitelli Wines, St Felicien, Terrazas de los Andres, Zuccardi Valle de Uco ofrecieron vinos por copa. Y el Bar de Vino que atendía CAVE (Centro Argentino de Vino y Espirituosas) orientó a los visitantes sobre las etiquetas de vinos disponibles en la feria.
- Fueron 45 mil degustadores de vinos y 40 mil copas de cerveza entre las nueve cervecerías propuestas.