¿Podemos volver a cocinar lo que comemos diariamente sin agotarnos ni extrañar el delivery? La respuesta es sí. Y Kiako lo demuestra a lo largo de estas más de 400 páginas que incluyen información útil, tips, recetas. Un libro-taller o caja de herramientas que invita a comer rico, variado y casero todos los días.

atalia Kiako dice que entró a la cocina hace 12 años con la necesidad de comer bien y la certeza de que iba a lograrlo solo con sus propias manos. “Tenía el paladar saturado de tartas feas, productos light y deliveries mediopelo”. Entonces empezó a jugar con la comida y –Licenciada en Letras al fin– también con las palabras. Esa feliz combinación primero derivó en un blog Kiako, the cook, después en dos libros (Cómo como y A cuatro manos), más cursos y talleres, y ahora en esta obra en la que invita a pensar la comida desde la compra a la mesa y a recuperar los platos de todos los días, esos que encierran un sabor que nunca va a ofrecer una comida comprada.

¿Podemos volver a cocinar lo que comemos todos los días sin agotarnos ni extrañar el delivery? Kiako insiste en que sí y lo demuestra con holgura a lo largo de estas más de 400 páginas que reúnen capítulos dedicados a las harinas, a las materias grasas, a los endulzantes, vegetales, semillas, pescados, entre tantos otros alimentos.

Obedecer recetas, repetirlas siempre de memoria como poesías en la escuela del siglo pasado, no es el mejor punto de partida para una cocina cotidiana. No al menos para lograr este objetivo que compartimos: resolver las comidas diarias sin esclavizarnos en la cocina.

Hay reflexiones que se desprenden de una filosofía alimentaria, información sobre trazabilidad –el origen y el recorrido del alimento hasta que llega a nuestra mesa–. Hay sugerencias de combinaciones de ingredientes dentro de una dinámica, que nos permita resolver un almuerzo al paso o hacer la cena mientras los chicos se bañan. Recetas inspiradoras que ilustran explicaciones y argumentos acerca de los ingredientes.

Natalia Kiako propone adueñarnos de lo que comemos desde una narrativa sin dogmas, lejos del deber ser o hacer. La autora cocina como escribe, simple y rico, con calidez y diversidad de recursos, con libertad, aportando ideas y eludiendo instrucciones para seguir al pie de la letra. Su libro es un imperdible para los que quieren alimentarse mejor cocinando, a través de un proceso lo más realizable y placentero posible.

Editó Sudamericana.