
Todo Buenos Aires habla de este restaurante palermitano. Una propuesta que atraviesa diversas cocinas de Asia sin ortodoxias y con mucho vuelo. La fórmula encanta y el local se llena. Los cocineros Pedro Peña y Germán Sitz, padres de Niño Gordo, parieron un éxito.
Siempre les gustó la comida asiática y siempre quisieron viajar. Para el colombiano Pedro Peña y el argentino Germán Sitz, Asia fue desde el vamos un destino cantado. Un mundo particular dentro del mapa global con una cocina que debían conocer en su salsa, en su cultura.
Todo viaje es iniciático. Estos socios y amigos fueron a descubrir una gastronomía llena de exotismos y en el camino encontraron argumentos para un nuevo proyecto que les permitiría recrear la cocina de Oriente en Buenos Aires sin ortodoxias ni prejuicios, dándole el toque local. Así nació Niño Gordo. Gordo y próspero: el día que abrió –la primera semana de enero– ya era un exitazo.
A tal punto que hay que hacer cola para entrar y se convirtió en favorito de cocineros, periodistas especializados, turistas, fans de los sabores asiáticos. Mucho tuvo que ver la trayectoria de Pedro y Germán como responsables de La Carnicería; su nombre lo dice: un paraíso gourmet donde la carne es su majestad pero las guarniciones con verduras de estación y las combinaciones nada obvias lo distancia de otras parrillas porteñas.
Los sabores de Asia se disfrutan en Niño Gordo: desde su apertura, también niño mimado de la gastronomía porteña.
¿Qué probar de la carta? Casi todo vale la pena y la gordura. Pero en tren de no morir en el intento, quedarse con los dumplings negros rellenos de pato estilo Pekín (para comer sin parar). El Okonomiyaki: tortilla japonesa que se cocina sobre una plancha. Incluye chinchulín y panceta y está decorada con virutas de bonito seco ahumado (katsuobushi). La pesca a la plancha, con nabo, coliflor, Kimchi –algunos dirán que le faltó picor–, ajo negro y almendras.
Del grill a leña, no perderse el bife de chorizo argentino en versión tataki, acompañado con arroz, wakame, lechuga, shiso y ssamjang. El cruce entre una materia prima fuera de serie y una excelente hechura.
En ningún caso la comida defrauda.
Hay espumantes, cervezas, tragos originales a cargo de Mario Montes y una estética de alto impacto kitsch. Cientos de globos chinos cuelgan del techo del salón que linda con la barra. Y a la entrada, en una pecera, nadan falsas medusas mientras el niño, omnipresente, sonríe como un buda redondo desde una pared.
Niño Gordo
Thames 1810, Palermo. CABA.
Reservas: (+5411) 2129-5028. De martes a domingos de 20 a 24.
Precio promedio: $500. Efectivo/Tarjeta de crédito y débito Visa, MasterCard y American Express.
En instagram: xniniogordox/ – En Facebook: Niño Gordo
estaría bueno que digan de cuando es esta nota porque es imposible confiar en la referencia de los precios que tiran 🤷♂️
Es cierto, estimado lector. Al momento de armar la nota privilegiamos el aspecto estético y olvidamos referenciar la fecha…. Este restaurante se reseñó en enero de 2018. Pedimos las disculpas correspondientes.