Michael Halstrick, CEO de Bodega Norton, y David Bonomi, el enólogo.

Norton Semillón 1959

Pasado, presente y futuro en una botella 

Historia de una joyita que atesora esta bodega mendocina y que después de 64 años mantiene intacta su esencia.

Publicado por  | May 7, 2023 |  |     

uando estás haciendo una cata de lo que hacés hoy y mostrás resultados, se van generando diálogos que terminan siendo muy profundos y que a veces ni siquiera tienen que ver con vinos. Y necesito otro tipo de vinos, no los que estoy haciendo ahora, para construir el soporte de ese diálogo”. Así explica David Bonomi, enólogo de Bodega Norton, el momento en el que decidió descorchar el Semillón 1959 ante la visita de un crítico internacional. 

Ese fue el primer paso para que, hoy, ese vino se haya convertido en la primera etiqueta histórica argentina en recibir 100 puntos de parte de Zekun Shuai, el escritor de vinos responsable para Argentina de JamesSuckling.com. Con su acidez natural asombrosamente intacta después de 64 años, Norton Semillón 1959 suma una nariz compleja con aromas a frutos secos, pan tostado y miel. 

Esta historia comenzó, sin embargo, hace más de dos décadas cuando Bonomi empezó a trabajar en Norton. La cava de la bodega lo magnetizó de inmediato y se convirtió en su biblioteca de consulta. Allí, el enólogo aprendió poco a poco las buenas prácticas del pasado que podían repetirse en el presente. Y, paralelamente, entendió que el arte de hacer buenos vinos no es una novedad caída del cielo sino también una herencia a recuperar.

“Hace poquito tuve la oportunidad de conversar con la persona que embotelló el semillón en el año ‘62. Se llama Leonardo Salcedo, era el jefe de laboratorio de Norton desde 1960 y trabajó junto a Francisco ‘Pancho’ Jiménez que fue quien hizo el vino, recuerda Bonomi. “Y la verdad que era emocionante escucharlo, se acordaba perfectamente de cómo hicieron el vino, cómo se almacenó y cómo se crió. Y una de las cosas más llamativas que él me contó fue que el vino estuvo tres años en piletas de cemento, luego se filtró y se embotelló. Nunca tuvo un toque de madera”.

Esa vinificación simple que busca transmitir el terruño sin interferencias es doblemente valiosa cuando enfrente hay viñedos antiguos. Y en el caso del semillón esto es casi una constante: las pocas hectáreas que subsisten en Mendoza luego de que gran parte de los viñedos de la cepa fueran eliminados en los ‘80 y los ‘90, son un auténtico patrimonio histórico. De más está decir que son, además, vides de enorme calidad enológica, con bajos rendimientos, excelente concentración aromática y tipicidad marcada.

“El origen del actual Semillón de Altura de Norton sigue siendo los mismos viñedos que el de la añada 1959. Además nos inspiró a volver a plantar en el cuartel 24 de nuestra propiedad de Luján de Cuyo, originalmente plantado en 1920 y que entregó material genético de semillón a muchos vecinos”, subraya Bonomi sobre este camino directo entre pasado, presente y futuro.

La cápsula del tiempo

Norton Semillón 1959 no habría llegado hasta hoy en su admirable estado sin el ambiente perfectamente logrado de la cava de la bodega. Ubicada entre 6  y 10 metros bajo tierra,  cuenta con una temperatura constante entre 12 y 15  grados, y una humedad aproximada de 70%. Tiene capacidad para unas 500 mil botellas.

Las 850 botellas de Norton Semillón 1959 ocupan un espacio bajo llave reservado para las cosechas más antiguas. Allí convive con otras joyas como Tannat de 1944 (el vino más antiguo de la cava), Malbec de 1973 y Merlot de 1982. La botella más antigua en propiedad de Norton, mientras tanto, reposa en el hogar del CEO Michael Halstrick y data de 1936.

norton.com.ar
IG: @bodeganorton