OREI

RESTAURANTE RAMEN

Roy Asato abrió un local de street food en Belgrano. Su ubicación por ahora es secreta pero la calidad de su ramen ya es noticia.

Publicado por  | Jun 14, 2021 |  |     

ay que hacer larga cola en esta peatonal de Belgrano para probar el ramen que prepara Roy Asato. Cada minuto de espera vale la pena. En cualquiera de sus versiones, es único en la ciudad.
El ramen es comida callejera que arrasa en Tokio y en Nueva York y hace rato pide pista en Buenos Aires. Nació en China pero los japoneses lo adoptaron, transformaron y difundieron a lo largo del siglo XX. Fueron los emigrantes chinos los que lo introdujeron en el China Town de Yokohama a mediados del XIX y prendió de tal forma en la cultura nipona que se convirtió en un plato nacional, en un orgullo, más allá del sushi y la tempura. Incluso le dedicaron un museo.

El cocinero Roy Asato, hijo de madre japonesa y padre occidental, también es dueño de @asatosushi (Olivos).

¿Qué es el ramen?

Se trata de una sopa de fideos alcalinos, con una textura diferente, que flotan en un líquido fragante al que le roban su sabor.
Si está bien hecho es de una complejidad enorme, empezar a comerlo es no poder parar, pero su preparación no es ni fácil ni rápida: se necesita paciencia oriental, horas y horas de hervir los huesos de pollo o de cerdo –más verduras y hierbas– para obtener el colágeno que le da densidad al caldo. Caldo: el carácter del ramen. Su alma y razón de ser. Nada que ver con la versión instantánea que inventara Momofoku Ando en 1958, un shock de sodio e ingredientes no identificados que se vende en los super del barrio chino.
Por el contrario, el ramen es un elogio de la diversidad. No hay dos iguales, existen tantas recetas como regiones, tantas como cocineros y se valoran en función de la calidad de los caldos —shio (sal), tonkotsu (hueso de cerdo), shoyu (salsa de soja) y miso, picantes o no.
Asato y su brigada (todas mujeres) los prepara según tres líneas: vegana, base de akusay, nabo y miso; de pollo (Chintan Tokyo) y de cerdo (Paitan Hakata). El plus puede dárselo el picante, el ajo negro, la sal líquida, el miso o la salsa de soja.

Antes del ramen no dejen de probar los onigiris: hay de atún, de hongos o de panceta.

Mediodía con palitos

Antes del ramen y para abrir boca, yo empecé por los onigiris tan pero tan bien hechos -arroz en su justo punto y buena sazón- que estuve tentada de pedir otra ronda aunque el ramen pudo más.
¿Cuál elegir? Si la idea es probar más de uno conviene comenzar con el Chintan Tokio Style, caldo claro de pollo, ajitama (huevo cocido, sumergido en salsa de soja por un día), kikurage (hongos oreja), tofu, sal marina, aceite de sésamo, negi (verdeo) y fideos alcalinos, prueba del talento de @pastasyamaguchi
De otro voltaje, perfecto para el frío, el red chilli oil es un caldo de cerdo con pasta de chile rojo y fideos. Un plato levantamuertos que viene con huevo cocido, sumergido en salsa de soja por un día, hongos oreja, sal marina, aceite de sésamo, verdeo, y chashu (panceta), tierna y sabrosa. Pero tal vez el de ajo negro, con su profundidad y sus mil capas de sabor, sea el que mayor sofisticación encierra. Estos dos ramen tiene su alternativa veggie en la carta.
Por ahora la locación es secreta. En breve develaremos el misterio. Pero si te gusta el ramen sin concesiones, el cocinero es Roy Asato y el lugar es este bolichito en la frontera del barrio chino que sorprende con su street food de alto vuelo. Orei. Agradecida.
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IG: @orei.jp