
Un plato recuperado del saber popular: el Chipa So’o –chipa=pan y so´o= carne– fue la carta de oro que le dio el triunfo a esta chef que trabaja en el corazón de los Esteros del Iberá. El premio reconoce los proyectos gastronómicos que están generando un cambio en su entorno y haciendo un aporte a la gastronomía argentina.
Para encarar este desafío, Patricia presentó un plato que le enseñaron las cocineras del lugar, y que refleja las raíces de la cocina correntina y guaraní. La elección no es casual: forma parte de una larga búsqueda que profundiza el vínculo entre alimentación, medio ambiente y cultura gastronómica, algo que hizo que la cocinera porteña trasladara su vida a los Esteros, de los que se enamoró para siempre.
«Este es un proyecto en conjunto que contempla desde una ONG hasta toda una comunidad que hacen posible Rincón del Socorro. Me siento agradecida a esas mujeres correntinas que tan generosamente me transmitieron sus saberes.»
Patricia rodeó a este chipá, contundente y riquísimo, de pickles de mamón verde silvestre, brotes de espinaca y arvejas, emulsión de maíz, maní, y lemmon gras; y un ketchup de mango y nísperos y un limoncito sutil mínimo. Para acompañar este plato que cuenta una historia y un paisaje, eligió Baron B Brut Nature. Pareja perfecta.

Los finalistas Patricia Courtois, Patricio Negro y Juan Cruz Galetto con los jurados del Prix de Baron B êdition Cusine junto a Juan Carlos Pallarols.
Mauro Colagreco, Martín Molteni, Andrés Rosberg, e Inés Berton –jurado de lujo– evaluaron además los otros dos proyectos finalistas: el del genial Patricio Negro, chef de Sarasanegro, en Mar del Plata, y el de Juan Cruz Galetto, chef de Estancia Las Cañitas, en el valle de Calamuchita, Córdoba.
Según los jueces, “La Curtuá” fue merecedora de este premio que incluye un corcho bañado en oro tallado por el orfebre argentino Juan Carlos Pallarols. Un curso de alta gastronomía durante septiembre en la escuela Lenôtre de París. Un encuentro con Mauro Colagreco en su restaurante Mirazur. Un viaje a la tierra del creador de la marca Baron B, en el Valle del Loire. Y también una distinción económica de USD 5.000, mientras que los dos semifinalistas fueron premiados con USD 2.000.
«Es un orgullo para nosotros haber ganado el Prix de Baron B – Édition Cuisine. Este es un gran reconocimiento a la cocina correntina y a las tradiciones populares, agradezco al jurado haber percibido la riqueza de esta tierra y sus tradiciones. Esta participación resume mi aprendizaje en Esteros y el amor que siento por estas tierras y por su gente. Mi tiempo pasa entre Buenos Aires y la Hostería, voy y vengo todo el tiempo. Corrientes tiene Payé, para quién no lo sabe es un embrujo que hace que una vez que conoces las tierras correntinas, siempre queremos volver a ellas” dijo emocionada y feliz»
Patricia Courtois.
