La fachada sorprende con las fotos de Perón y Evita junto al símbolo de la CGT y el cartel del restaurante pintado sobre un bombo.
En el centro del salón, un altar de Evita con velas encendidas y flores de plástico, recuerda a esos retablos con los que la gente rendía culto a la “abanderada de los humildes” en la década del 40. Cuadros del artista plástico y militante Ricardo Carpani cuelgan en una de las paredes. En otra; fotos, consignas, la V de la victoria y objetos que recrean la mística y la estética del justicialismo.
El restaurante abrió en 2010 y desde hace 4 años, el salteño Gonzalo Alderete Pagés maneja los fuegos despachando una enjundiosa comida de olla, esa que cocinaban las abuelas y que ya no se consigue fácilmente. Locro, lentejas y mondongo, un plato que jamás sale de la carta. Pastel de papas “El preferido del General” o de bondiola, batata y oporto, dulzón, a la salteña. La novedad: pacú entero con papas al romero y tomates encebollados con alcaparras. Mejor compartir entre cuatro la porción digna de Obelix. Más allá de estas contundencias, todas las semanas hay platos del día con productos de temporada: espárragos, alcauciles, lo que dé la estación.
Los postres son potentes. Budín de pan, arroz con leche, flan (el de cabra, riquísimo, es receta de Florencia, mujer y coequiper de Gonzalo).
De beber, cervezas artesanales y una carta de coctelería basada en aperitivos y productos nacionales, como el “Descamisado”: Reserva San Juan, naranja y Justicialista (blanco). La selección de vinos es breve y poco obvia. Hay descorche, vino por copas y un clima de fiesta que contagia.
Ángel Justiniano Carranza 2225, Palermo, CABA. 4777-6194.
Abre de lunes a sábado de 18 a 3. Precios que Perón aprobaría.