Es un tipo de achicoria morada y deliciosa. Va bien en ensaladas y en risottos. Otra opción: hacerle un corte en cruz al radicchio, frotarlo con una mezcla de mostaza, ajo, alcaparras, anchoas picadas, oliva, pimienta negra y una pizca de sal y hornearlo hasta que esté tierno. Queda genial con un Viogner.