Carlos y Miguel Avalle se enamoraron de la esquina sin ochava que se descubre en la zona donde hasta 1935 funcionara la Refinería Argentina de Azúcar. Tanto, que abrieron en 2008 un restaurante que lleva el mismo nombre del barrio: Refinería. Está lejos de los polos gastronómicos y a una cuadra del lugar en el que Antonio Berni pintara su cuadro “Manifestación”. El restaurante fue chacra y pulpería y mantiene su magia original. Carlos comanda los fuegos y selecciona los vinos de la carta; Miguel no pierde detalle de la ambientación y juntos logran conjugar cocina de bistró con el icono de la gastronomía argentina, la parrilla. Probamos un sorprendente pulpo a la plancha con papas fondant. Tortellini de queso azul y un chuletón a las brasas digno de Asterix, acompañado por el gran Angélica Zapata Cabernet Franc Gualtallary. El final; quesos artesanales, miel del Impenetrable y una joyita: Saint Felicien Sangiovese 1986. En Refinería se disfruta de un menú genuino, al que se agregan los pescados, como el pacú que se sirve entero, para caranchear.
Acá nomás, en la ciudad donde brilla el Paraná.

Rawson 443. Rosario. (0341) 438-4500.
www.restaurantrefineria.com.ar