Casa Vigil es una iniciativa del genial enólogo Alejandro Vigil (Bodega Catena Zapata y copropietario de Bodega Aleanna junto a Adrianna Catena). En su restaurante, cuya construcción curiosa alude a una metáfora del cielo, el infierno y el purgatorio, apuesta a una cocina de producto en la que el vino juega un rol protegónico.
Los otros dos espacios gastronómicos reconocidos por la Michelin tienen el sello del chef Lucas Bustos, referente de la cocina cordillerana en cuyos trabajos hay un denominador común: la trazabilidad y la sustentabilidad (concepto que abarca reducir, reutilizar y reciclar).
En la Bodega Ruca Malen, Bustos cuenta con la experiencia del chef Juan Tomás Ventureyra. Espacio Trapiche, con su salón de cara al verde y a las montañas, está pensado para disfrutar de la naturaleza que lo rodea. En ambos restaurantes, comida y vino se potencian mutuamente.
Mendoza ya tiene motivos para un brindis por partida triple.