Salta

El Turismo y el Vino

Una dupla imbatible en Argentina

Empanadas, tintos, blancos y un cielo azul: así nos recibió Salta, la linda, en noviembre pasado en las II Jornadas Nacionales del Turismo del Vino. Un encuentro federal donde se analizó el crecimiento del enoturismo a nivel nacional. El plus: conocer las bodegas de los Valles Calchaquíes.

Publicado por  | Dic 29, 2022 |  |     

a historia del vino en nuestro país arranca en el siglo XVI, cuando llegan a Santiago del Estero las primeras plantas de vitis vinífera. Mucha agua –mucho vino– corrió bajo el puente desde entonces. Hoy Argentina cuenta con 320 bodegas abiertas al turismo, distribuidas en 14 provincias. Además de ser nuestra bebida nacional, el vino forma parte de nuestra cultura y está presente en nuestras mesas.

Con la idea de revalorizar la cultura de Salta, la provincia anfitriona organizó las II Jornadas Nacionales del Turismo del Vino en las que se analizó el crecimiento de la industria en el país y el desarrollo del enoturismo en los territorios en donde se produce. Javier Espina, Director del Consejo Federal de Turismo, sintetizó el cambio del modelo global entre la década del 90 al 2000: del ninguneo de la identidad local al hincapié en su reivindicación. Del varietalismo, con el Malbec a la cabeza, a la puesta en valor de los blancos y los blends.

Mendoza fue pionera en el fenómeno enoturístico. Luego llegó la expansión: Cafayate, Patagonia, el centro del país. El crecimiento fue tan  acelerado que en tan solo 20 años de historia Argentina se convirtió en líder regional. Hoy son 14 las provincias que producen vino, cada una con su propia impronta. Desde Jujuy a Chubut, la multiplicidad cultural, de paisajes, climas y variedades de uva es inmensa, y se traduce en ejemplares con personalidad propia.

“El vino no es solo lo que ocurre en la bodega o en el viñedo, es fruto de una cultura comunitaria”, contaba María Eugenia Valle, Responsable Comercial del Área de Turismo de bodega Familia Zuccardi.

El desafío que se presenta en cada región es que el visitante se sienta parte del mismo a través del vino y todo lo que lo rodea. Un lugar se transforma en destino cuando hay personas, historias, sabores, aromas y colores detrás, decía en su disertación José Bahamonde, de Cantina La Gloria, un mercado y restaurante ubicado en Chacras de Coria, Mendoza.

Ya no podemos pensar al vino sin su contexto. Tampoco sin la participación de las mujeres, invisibilizadas durante tanto tiempo. Justamente, AMUVA, la Asociación de las Mujeres del Vino Argentino nació en Salta con el fin de que se las reconozca y se fortalezca su rol en esta industria.

Por otra parte, del 65% del consumo de turismo del vino asociado a personas de entre 25 y 50 años, alrededor de un 55% son mujeres. Y además, entra en juego el colectivo LGBT, que ocupa cerca de un 10% de la demanda.

Cada vez más, el vino deja de ocupar un lugar vetusto y solemne, desconectado de la tierra y de su gente. La dirección de la flecha indica el rumbo federal, diverso, inclusivo y sustentable. Sin caretas y cada vez más nuestro.

Argentina cuenta con 320 bodegas abiertas al turismo, distribuidas en 14 provincias. Cada vez son más los establecimientos que ofrecen visitas guiadas, catas, actividades al aire libre, experiencias gastronómicas, incluso alojamiento. 

VINOS DE ALTURA DE LOS VALLES CALCHAQUÍES

El final de las II Jornadas Nacionales del Turismo del Vino nos encontró en medio de los Valles Calchaquíes, después de un espectacular recorrido por la Quebrada de las Conchas, y de una parada en el imponente Anfiteatro, que solo podía mejorar con la música en vivo de Lautaro Damico, bandoneonista cafayatense. Además de ofrecer paisajes de una belleza conmovedora, Salta es cuna de vinos que nacen a más de 1700 metros de altura y que expresan la riqueza de su tierra.

Visitamos tres bodegas de tradición familiar, donde la uva Torrontés es protagonista. Aquí encuentra su mejor versión en vinos frescos y aromáticos, con la versatilidad para poder lograr interesantes naranjos y espumantes.

Burbujas de altura

Enamorados de los Valles Calchaquíes, Magdalena Sacchet y Andrés Høy se instalaron en la zona en 1988 y hace 12 años montaron la bodega. En el viñedo, ubicado a 1700 msnm, crecen las uvas Torrontés, Malbec, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Chardonnay, Sauvignon Blanc, Pinot Noir, Pinot Gris y Tannat –que se da muy bien en la zona–.

En 2010 adquirieron Finca La Primavera, de 23 hectáreas, donde hoy funciona Burbujas de Altura y desde 2014, elaboran un espumante de Torrontés con método Champenoise. “Esta uva es difícil de equilibrar, por eso aquí se preferían las cepas más clásicas, que son las que se usan en Francia: Chardonnay, Pinot Noir, Sauvignon Blanc o Pinot Meunier”, cuenta Magdalena y explica que para lograr un espumante untuoso, burbujeante y armónico, el secreto es dejar la botella 2 años en estiba. 

También de esta línea es el Pet Nat de Malbec, un vino que termina su fermentación en la botella. Tiene burbujas más crujientes que las de un espumante y cierta turbidez debido a las levaduras. Su línea Tinquiao debe su nombre a la manera que tienen los salteños de referirse a quien se pasó de copas pero no llega a la borrachera. Está conformada por cada uno de los varietales de la finca, y cada uno tiene un paso de tres meses por madera.

Vinland, que en noruego significa “tierra de vinos”, es la última incorporación de la bodega y rinde homenaje a las raíces de Andrés. Se trata de un blend de 60% Cabernet Franc, 40% Malbec, con dos años de paso por barrica. • IG: @burbujasdealtura

Bodega Dal Borgo

Al pie de las sierras de Quilmes, a 1700 metros, sobre la ruta 40, se encuentra una bodega joven y con una conexión evidente con el entorno.
La familia Dal Borgo la fundó en 2017 con la sustentabilidad económica, ambiental y social en la mira. Por situarse a los pies de las sierras, la finca de 20 hectáreas goza de un microclima ideal que favorece la sanidad de las viñas, y permite manejarlas agroecológicamente. Mientras las uvas blancas crecen en el parral, que las protege del sol y les permite conservar la frescura de aromas y sabores, las tintas, que necesitan desarrollar taninos, engordan en espalderos.

Con el tiempo aprendimos a manejar las viñas y logramos que los vinos fueran más elegantes, pero manteniendo el carácter de la región y de la cepa, cuenta Carla Dal Borgo. 

Sus dos líneas se llaman Almandino –el nombre hace referencia a un mineral de la familia de los granates que representa el alma de los Andes y es protagonista del lugar– y Almandino Reserva. Almandino es una colección de 5 varietales de perfil joven: Malbec, Tannat, Torrontés, Malbec Rosé y Sauvignon Blanc. Almandino Reserva reúne etiquetas más complejas, con un año de barrica de roble, e incluye un Malbec 2017 y un blend de Cabernet Franc y Tannat 2018. • IG: @bodegadalborgo

Finca El Recreo

Francisco –Pancho– Lavaque lleva adelante un proyecto familiar con más de 200 años de historia. A fines del siglo XIX, José Fortunato Lavaque, inmigrante libanés, llegó al país en busca de nuevos horizontes y quiso quedarse en los Valles Calchaquíes, cautivado por la belleza del paisaje. Allí comenzó a operar su propia bodega.

De quinta generación, el enólogo y viticultor Pancho Lavaque es un entusiasta del vino que durante la vendimia se instala en Cafayate para trabajar a la par de todos. Además de las 100 hectáreas de Finca El Recreo, a 1700 msnm, con su casona de 1830 integrada a la bodega Quara, apta para alojar turistas, también tiene un viñedo a 3 km, en Paraje San Luis, una localidad a 1900 msnm donde produce vinos agroecológicos.  

Los vinos “Inculto”, que elabora junto al gran Matías Michelini, muestran la particularidad de los viñedos. Los de Vallisto Extremo, que produce con su socio y enólogo Hugh Rayman, expresan los paisajes de la zona, y conjugan tradición e innovación. 

Francisco es tan fanático de su trabajo que hasta se ocupa de pensar y diseñar las etiquetas de sus vinos, como la de La Trepadora, que ilustró él mismo inspirándose en la vid de su patio que da origen a una tirada de 300 botellas de un naranjo de Torrontés. • IG: @fincaelrecreocafayate

El camino que recorrió nuestra vitivinicutura no fue largo en el tiempo, pero sí intenso y desafiante. Hoy se busca hacer crecer el enoturismo sin resignar la inclusión de la comunidad ni el énfasis en lo local, ofreciendo una experiencia de sincronía y conexión con el entorno y su cultura.

Para más datos

  • Burbujas de altura. RN 40 km 4347, Cafayate. Primera champañera de los Valles Calchaquíes. Ofrece enoturismo personalizado y familiar. Hay recorridos guiados, degustaciones, picadas, almuerzos y cenas y actividades recreativas. Tel.: 03868 15 40 1524. IG: @burbujasdealtura
    www.burbujasdealtura.com.ar 
  • Bodega Dal Borgo. Ruta 40 km 4349, Animaná. Hay visitas guiadas y degustación de los vinos de la bodega. Reserva previa. Tel.: 0387 15519 4906. IG: @bodegadalborgo
    www.bodegadalborgo.com.ar 
  • Finca El Recreo. Ruta 40 km 4340, Cafayate. Alojamiento en una casona de 1830, integrada a la bodega Quara. Hay visitas guiadas y catas.
    IG:
    @fincaelrecreo.ar