Tiempo de blancos

por | Ene 4, 2020 | Tendencias

Después de haber sido ninguneados durante años, luego de su fugaz reino durante los 70, desde hace un tiempo los consumidores exploran en blancos raros, poco obvios. Estos son solo algunos de los nuevos y no tan nuevos que recomiendo.

ara algunos machos trasnochados hasta hace poco tiempo, el vino debía ser tinto o no ser. Pero hasta estos fundamentalistas de aquellos vinos tremendistas, alcohólicos, negros absolutos, empiezan a descubrir esa amplísima variedad de matices que ofrecen los cepajes blancos. Solos, en pareja o amuchados en blends.

Los estilos de los varietales blancos se transformaron, los Chardonnay ya no son pesados ni maderosos y, aunque algunos Sauvignon Blanc aún guardan resabios de veredas tropicales, aparecen otros más cítricos, verticales, más abstractos, menos opulentos, hablando de los varietales más demandados.

La diversidad de regiones, los estudios de los suelos que indican un manejo de las uvas diferentes en cada parcela, la experimentación de algunos hacedores de vinos, hizo que el espectro de los blancos se ampliara. No solo aparecen variedades nuevas, el arte del assemblage con cepajes clásicos y no tanto sigue inspirando a las diferentes bodegas.

Ahora hay una amplísima gama de opciones para ser feliz al sol, a la hora azul, bajo las estrellas y también junto a la parrilla, no solo con estos blancos como aperitivo sino acompañando las achuras más delicadas.

Solo elijo algunos de los más raros varietales y los blends más interesantes ya sea por su origen y su calidad. También recupero algunos que siguen siendo nuestro eternos, cotidianos, guardianes de la felicidad, como el Torrontés de Amalaya con un toque de Riesling que atenúa su voluptuosidad, lo convierte en otra cosa y es, además, un ejemplo de la más virtuosa relación calidad precio. O el Q Chardonnay – Viognier, exitoso desde su lanzamiento.

De la bodega Salteña de Agustín Lanús se impone probar su blend de Torrontés – Viognier, un expresivo blanco que junta dos variedades opuestas: me encanta con queso de cabra salteño.

De Norton, hay que conocer su Special Edition Grüner Veltliner 2018, una novedad absoluta a partir de una variedad austríaca muy extendida en esa región. A primera nariz se parece a un Riesling no muy maduro, pero luego despliega un carácter propio. Tenso en boca, con buen cuerpo y trago refrescante.

La variedad aparece también en un blend blanco que el sagaz David Bonomi también creó para Norton; Semillón Grüner Veltliner, Sauvignon Blanc con buen cuerpo. Vivaz. En espumantes acaba de aparecer el cepaje en un champán, con esta uva como protagonista.

La tradicional bodega sanrafaelina de Alfredo Roca, presenta su Parcelas Originales Glera 2018. Único en su especie, esta uva también se llama Prosecco en Italia y crece desde la más remota antigüedad en la zona del Veneto. Un vino fresco y estimulante, de aromas nítidos para acompañar todos los frutos del mare nostrum o ajeno. fresco y divertido, con aromas bien nítidos.

De Los Chacayes, codiciado terroir del Valle de Uco, del talentoso Colo Sejanovich recomiendo Manos Negras Blend de Blancas Stone Soil 2017, una cofermentacion de Gewürtzstaminer, Semillón y Chardonnay. Aromas austeros, donde predomina el Semillón. Es complejo y equilibrado. Raro y rico.

Sejanovich también tiene en su marca Zaha, un blanco curioso y potente, a base de Marsanne, uva mediterránea. Tiene un lejano recuerdo de oxidación que hace pensar en los vinos de Jerez.

No olvidar los grandes vinos salteños: El Esteco me sigue embrujando con este blend de Marsanne, Rousanne, Viognier, Chardonnay y Torrontes. Un vino mediterráneo de las vertiginosas alturas calchaquíes. Buenísimo, completo. Perfecto para contundencias, para nada un blanquito trémulo.

Y, por supuesto me sigue seduciendo el Riesling de Luigi Bosca, que cada año canta mejor. El nuevo enólogo de la bodega Pablo Cuneo, es un incondicional  de los bancos. Es también un blanco gastronómico con potencia y rareza, muy atractivo en sus misterios minerales.

Y también de la misma  bodega, el Gala 3, blend de  Viognier, Chardonnay y Riesling, junto a Del Alma otra inspirada mezcla de Chardonnay, Viognier, Sauvignon Blanc y Riesling, que nos sigue emocionando como aquel viejo vals criollo. Desde al alma te los agradecemos, Cúneo.

Y entre aquellas variedades rescatadas del lejano pasado pop, Semillon y  Chenin, hay que probar siempre las opciones de Mendel. Creadas por el gran Roberto de La Mota. En cuanto al Semillón, reivindico a aquel primero que se hizo en los 90 en Humberto Canale, cada vez mejor.

Del proyecto de Alejandro Bulgheroni, en el Sur más lejano, Colonia Sarmiento acaba de presentarse 45  Rugientes Corte de Blancas  2017Este vino seduce con sus delicados aromas, su estructura su carácter único. Presentado hace pocos días  por el asesor de este emprendimiento, Alberto Antonini, el talentoso toscano que asesora también a Bulgheroni en su uruguaya bodega de Garzón, según Antonini el mejor lugar para un albarinho similar al gallego.

Para tener en cuenta también su Block 3 & 6 Chardonnay 2017, no se parece a ningún otro Char, es, como aquel poema de Saroyan, como un cuchillo, como una flor, como absolutamente nada en el mundo, Caros estos patagónicos desmesurados. Valen lo que cuestan.

Ojo, no olvidar los blancos marinos de Costa y Pampa, los que encuentre.