La inspiración para un proyecto puede surgir, inesperadamente, de casi cualquier cosa. En este caso fue una canción que Fernando Ruiz Díaz escribió para su hija recién nacida y lo llevó -junto a Charlie Noguera y Pape Fioravanti- a conformar VANTHRA, una banda que retoma las raíces más tribales y primitivas de la música. Pocos años después, acompañados de Marcelo Pelleriti, crearon un vino con el mismo nombre, un corte de Malbec (45 %), Cabernet Franc (30 %) y Syrah (15 %). Para Fernando, este vino es como “la complejidad de instrumentos: viste cuando suena una guitarra, un bajo y una batería… y la voz, está ahí, cuando se descorcha. Es decir, el vino cobra su voz a través de su intérprete… Quien lo disfruta”.