
Paracas | desierto, pisco y mar
Del desierto a la costa, pasando por las tierras fértiles pisqueras, un recorrido suculento por la Reserva Nacional de Paracas, convertida en una de las zonas turísticas más importantes de Perú.
Bodega Colomé | Vino y experiencia de altura
En los Valles Calchaquíes se esconde esta joyita salteña. A sus vinos temperamentales, fruto de su terruño, se le suman actividades turísticas y un hotel de lujo, rodeado de viñas, lavandas y molles donde el disfrute es ley.
Escapate a Chascomús
No solo de su laguna eterna vive la ciudad. Construcciones históricas, boulevares y parques, balnearios, y una gastronomía tan sabrosa como poco explorada, la convierten en blanco perfecto para una escapada de fin de semana.
San Javier y más allá…
Recorrimos Traslasierra –Córdoba– y su rosario de pueblitos. Todos distintos. Todos unidos por el fondo de cerros y esta tierra que se lleva bien con las vides, los olivares, las hierbas. Lugares con encanto. Perfectos para pasear o para vivir.
San Pablo y más allá
De recorrida por el Centro, el meollo bohemio de Sampa donde Janaina y Jefferson Rueda montaron sus locales Bar Da Dona Onça, Sorveteria do Centro, Hot Pork y A Casa do Porco. La yapa: una visita a dos haciendas de producción a pequeña escala en las que la sostenibilidad no es solo una palabra decorativa.
San Rafael
Recorrer los viñedos. Andar en bici para disfrutar el entorno verde. Animarse al tirobangi en el Dique Los Reyunos y comer un asado de ley en Finca Los Álamos antes o después de visitar el laberinto de Borges. San Rafael, en Mendoza, suma argumentos para visitarla.
Vacaciones de invierno entre viñedos
Tres bodegas mendocinas proponen diferentes planes alrededor del vino para disfrutar las vacaciones de invierno. Catas, arte y gastronomía en un entorno soñado al pie de la Cordillera de los Andes.
Jerez
Vinos, flamenco y caballos. Los tres vértices culturales de este pueblo de tradición cristiana, memoria árabe y una magia vital basada en un solo truco: la condición de ser andaluz.
Amazonia
Territorio dominado por la selva y el río, donde geografía, cultura y gastronomía ponen a prueba la capacidad de asombro. Amazonia, naturaleza viva.
Cádiz
Atardeceres sanguíneos en la playa y pescaíto frito en cualquier parte. Horas de fiesta en carnaval y clima subtropical todo el año. A esta ciudad andaluza con 3000 años de historia la llaman la Tacita de Plata. Brilla de sol y de cultura, de arte flamenco y de mar.
Marruecos de un vistazo
Un recorrido visual por Fez, Marrakech y Essaouira. Tres ciudades, sus medinas y sus zocos, laberintos sensuales donde se cocina la cultura marroquí desde hace siglos. Mercados: la mejor manera de conocer el sabor local.
Tentación Tandil
Un viaje gastronómico a Tandil implica, sobre todas las cosas, administrar la tentación. Pelearse con el diablo que induce al pecado en cada esquina. No sucumbir de golpe a todos los manjares locales: el secreto es saborearlos al paso, a bocanadas cortas, como se toma el aire de las sierras.
Bogotá en su salsa
Del mercado de Paloquemao a los puestitos de comida callejera, de los reductos más populares a los más innovadores o sofisticados, la ruta de la cocina en la capital de Colombia delata la búsqueda de su propia esencia. Aquí, algunos de los restaurantes que no te podés perder.
Córdoba, recuerdos de provincia
Recorrido por Colonia Caroya, Ascochinga y Jesús María: un triángulo virtuoso muy cerca de Córdoba capital, que condensa paisajes de cuento, estancias, gastronomía, vinos con identidad friulana y mucho encanto.
Perderse en los mercados
Laberintos que desbordan de puestitos. Puntos de encuentro donde comer y contarse las vidas. Los mercados guardan la memoria de los pueblos, su manera de ser, el corazón de su cultura. Y en cualquier lugar del mundo me atrapan.
Salvador da Bahia
Ciudad de tantas iglesias como días tiene el año. Playas soñadas y el carnaval callejero más grande del mundo. Arquitectura portuguesa y memoria africana. Poesía y música. Clavo y canela. Aquí nació Brasil y aquí vive la belleza.
Galicia, paso a paso
Acantilados de cara al Atlántico furioso. Campos verdes y huertas multicolores. Un pueblo rico en cultura y una cocina en la que el producto manda. Todo invita a recorrer la tierra donde los celtas dejaron su legado y su magia.
Cartagena
La sensual, la histórica, la golosa. La que huele a papaya y coco.
La que al recorrerla entera, deja con ganas de más.