Una invitación a fumar cigarros, a disfrutar de excelentes alcoholes y de una propuesta gastronómica resuelta con solidez. En Vuelta Abajo Social Club nada se excluye, todo se combina. Hay humo, comida y bebida en tu mesa. Prejuiciosos, abstenerse.

Nicolás Weil tenía el berretín de abrir en Buenos Aires un reducto de puros. Y unos años atrás se dio el gusto: inauguró el primero en Belgrano y después en Recoleta. Finalmente sumó un tercero en el piso 15 del edificio Comega. Este nuevo Vuelta Abajo, nombre que alude a la histórica zona de producción tabacalera en Cuba, elegante pero sin sobreactuaciones, tiene atmósfera de social club inglés y el plus de una propuesta gastronómica basada en productos de estación y sabores que hacen alianzas con cigarros y alcoholes.

Parejas, grupos de amigos y alguna que otra celebrity recorren el salón con sillones de cuero, iluminado por lámparas de 1920; el rincón donde se descubren las máquinas italianas Wine Emotion (las mismas que tiene Vico).

El sector de lockers para atesorar puros y destilados. El humidor donde reposan los  70 mil puros de Cuba, Nicaragua y República Dominicana.

Pero el lugar preferido, sobre todo en verano, son las terrazas –una de ellas VIP–, con vistas que en un día claro dejan ver o sospechar la costa de Colonia, y de noche, revelan ese momento mágico en el que se encienden como estrellas urbanas, las luces de la ciudad.

El lugar apuesta a una fórmula que lo convierte en único. Los adoradores del tabaco juran que un puro es una buena compañía, pero no es fácil conservar la compañía de carne y hueso mientras se fuma. Degustarlos es un placer, respirarlos, otra cosa. En Vuelta Abajo, la fumada no tiene detractores y está el plus del morfi, los vinos, los destilados, los chocolates que se acoplan en su medida y armoniosamente a los puros. Nada igual en Buenos Aires.

Vuelta Abajo reúne los mejores alcoholes, una selecta carta de vinos, más los puros, –habanos sólo se llaman a los cubanos– y pipas de distintas marcas y orígenes.

La experiencia puede comenzar en la barra Mackintosh, de 1920, donde David Siqueira se luce con cocktails clásicos y de autor pensados por el bartender Iván de los Ríos. Dos favoritos: el gin tonic Estrella del Mediterráneo con ahumado sutil de romero y tomillo y el Vuelta Abajo: ron Gran Reserva 8 años, Chardonnay, Luxardo Marraschino, ahumado de canela y tabaco, y perfume de naranja más chips de banana. Tragos equilibrados, sin ahumados que anestesien el paladar.

Para la hora de comer, Manuela Carbone (ex-Tegui, cocinera integrante del equipo que participó en el Bocuse d’Or 2019 junto a Emiliano Schobert) y Marco Avogadro, sommelier de cigarros, pensaron juntos acuerdos entre comida y puros.

Desde el pulpo con papa rosti, alioli y pimentón. El ceviche –de salmón–, con escaso picor, adaptado al paladar porteño. O el salmón, esta vez grillado: un lapsus. Mejor reemplazarlo por nuestra trucha patagónica o nuestros pescados blancos, de mar o de río. El salmón, de comida tiene poco. Sólo alimenta a la industria o a las modas.

Más opciones: magret de pato con zapallo Kabutia, zanahorias confitadas y puerro –una delicia–. Para compartir: carne (ojo al punto del ojo de bife con hueso), batatas al horno, verduras de estación y balsámico. La carta funciona muy bien con los puros y con las bebidas.

Para el final, crème brûlée con dulce de leche, crema Bailey’s, tarteleta de crema pastelera y frutas de estación, entre una lista de postres. Imperdibles los bombones de factura propia. Los de chocolate blanco con picante y el de gianduia, para reincidir.

Y después o durante el chocolate, un Cohiba. No se fuma, se degusta. Churchill, Kennedy, Fidel, el Che y Groucho lo sabían: los habanos y los puros dan humos largos que piden tiempo. Crean un rito, no un vicio.

Datos útiles

Vuelta Abajo. Edificio Comega, Corrientes 222, Piso 15. Tel: +54 911 5368-5828. De lunes a viernes de 9 a 1 am; sábados de 17 a 1 am. Principales tarjetas. Buena relación calidad-precio. Puros a partir de los $ 100.

La Experiencia Vuelta Abajo Social Club abarca espumante, tabaco y snack; más un abreboca con vino blanco, pan de masa madre, un principal con vino tinto, tabaco, un pre postre con coctail, postre, coctail y petit fours.