



La bodega sanjuanina renueva su identidad visual e incorpora nuevos varietas a sus líneas Callia, Esperado y Contracara.
l Valle de Tulum, en la provincia de San Juan, un lugar de viento suave y seco, mucho sol y agua que baja de las montañas, es el lugar que da origen a los vinos de Bodegas Callia.
En sus tres líneas Callia, Esperado y Contracara, la bodega recorre diferentes estilos para deleitar a sus consumidores, y ahora refleja esas identidades en un nuevo logo, más moderno y que se identifica con lo que la bodega quiere transmitir.
“En estos últimos dos años la bodega se renovó tanto a nivel visual como en su oferta de vinos, brindándole a sus consumidores una propuesta innovadora en todo sentido y a su vez, ofreciéndoles la posibilidad de elegir nuevos varietales y estilos”, contó Martina Zaefferer, Brand Manager de la bodega.
La línea Callia es la más amplia y se conforma por siete varietales –un Malbec, un Cabernet Sauvignon, un Syrah, un Chardonnay, un Merlot y un Sauvignon Blanc—, seguidos por dos blends, un Syrah-Malbec y un Syrah-Cabernet. Completa la línea un espumante Extra Brut, y una reciente incorporación, Callia Tardío, con un rosado, un blanco y un tinto dulces.
La línea Esperado cuenta con dos varietales, Malbec y Cabernet Sauvignon, dos blends –Syrah-Malbec y Syrah-Cabernet— y un Tardío Blanco Dulce, mientras que Contracara, la nueva línea proveniente del Valle del Pedernal, ofrece tres etiquetas equilibradas y salvajes: un Chardonnay, un Malbec y un blend Malbec-Cabernet Sauvignon.
Todos los vinos de Bodegas Callia se consiguen en supermercados, vinotecas y restaurantes de todo el país.