Punch, Curry Bar

por | Oct 4, 2019 | Restaurantes y bares

Currys, pinchos de carne, sopas y otros platos de cocina asiática, sobre todo de India y Tailandia, en este local de Palermo Viejo. Para volver y volver.

a intensidad de colores de las paredes le queda bien al fuego de los curries que perfuman el ambiente de este local escondido en el Palermo Viejo más joven. En la cocina y en todo está Marcelo Moreno, un pionero que incursionó en este estilo gastronómico, primero abriendo, junto a Cecilia Carena, el restaurante Lotus Neo Thai y después Lulú, en San Isidro.

En 2018, Marcelo decidió plantar bandera en este barrio para poner en marcha una nueva propuesta. No quería un restaurante con manteles y protocolo, y pensó un ámbito cálido donde la comida de esa región tan variada en productos, cultura y paisajes quedara en primer plano.

En Punch no hay camareros: se ordena en la barra y se retira la bandeja cuando suena el beeper. La ventaja: cuando uno se acerca a la cocina el chef explica de qué va cada plato y cómo se come.

El dueño de casa no compra para Punch los insumos básicos. Prepara aquí mismo la leche de coco que combina la pasta de curry, mezcla de más de 10 especias frescas y secas, nunca igual. En India cada familia tiene el suyo. Puede llevar comino, chile, echalote, paprika, canela, cardamomo, coriandro, cilantro, pimienta, fenogreco… Lo que el paladar mande.

De la carta breve y tentadora se destacan los curries rojos o verdes, con carne o vegetarianos. Entre los más ricos: el Paneng gung; preparado con langostinos en leche de coco y lemon grass. O el Pad Tahi, bowl de fideos de arroz muy delicados, con pollo, camarón y cerdo. Y fabuloso el tikka masala de cordero. Un mix de sabor y picor equilibrados por el arroz blanco, acompañante de todos los platos.

En Punch la comida puede empezar con curries, directo al grano, o con entradas. Empanaditas de pollo, cerdo y camarón fritas. Pinchos como el Sate Kai, de pollo marinado y a la plancha que salen con dos salsas: una agridulce de pepinos y otra picante de maíz. Y el Gung Hom Pa, langostinos envueltos en masa, fritos y combinados con salsas de tamarindo; y de soja y ajo. Fritura bien hecha, dorado parejo y textura sutil.

El agua no ayuda a apagar los incendios del curry. Mejor una cerveza tirada que aquí sirven a temperatura perfecta, o un vino blanco, rosado o Pinot Noir para los platos de carne. En breve tendrán los de Agostinelli, Vinos de Autor. Ojalá incluyan el Le Merle, rosado de Provence maravilloso.

Para el final, quedan los postres: crema helada de miel y coco o copa helada de chocolate y dulce de leche, licencia argenta. Aunque los poco amantes del dulce tal vez prefieran cerrar la cena con la sopa clara de langostinos y lemon grass. Plato con un punto de acidez refrescante y un refinamiento total.

Punch no solo no defrauda, alienta a reincidir.

Punch Curry Bar

Costa Rica 4818. Tel.: 3981-1101.
De lunes a sábado, desde las 19.
Principales tarjetas. Delivery. Take away.
Catering y eventos. Precios humanos.